Se trata de vehículos impulsados con energía eléctrica, alineados con las necesidades del medio ambiente ya que no emiten contaminación ni sustancias que aceleran el cambio climático. En nuestro país el transporte terrestre aporta un 21% de las emisiones de dióxido de carbono, por eso la electromovilidad se hace cada vez más indispensable.
Más que el transporte del futuro, la electromovilidad está intentando instalarse lo más pronto posible en el parque automotor de las ciudades más importantes, y –especialmente- en la conciencia de la gente, ya que se trata del camino más corto para alcanzar un transporte verdaderamente sustentable.
La movilidad eléctrica ofrece importantes beneficios, ya que permite automóviles limpios, silenciosos y eficientes. Adicionalmente, y ante el escenario del cambio climático, la escasez de combustible y la contaminación del aire, los medios de trasportes eléctricos calzan perfecto con los nuevos tiempos, partiendo porque neutralizan las emisiones de dióxido de carbono.
A diferencia de los vehículos de gasolina y diésel, los automoviles eléctricos no emiten dióxido de carbono mientras circulan, aunque los vehículos eléctricos solo pueden lograr la neutralidad de emisores contaminantes si la producción de baterías y de energía de impulsión provienen de fuentes de energías renovables.
Dentro de la electromovilidad se consideran, además de los mencionados autos eléctricos, las bicicletas, motocicletas, autobuses y camiones eléctricos, todos alimentados total o parcialmente por electricidad con dispositivos de almacenamiento de energía a bordo.
¿Cómo funcionan los vehículos eléctricos?
La energía se almacena en baterías recargables al interior del automóvil y un dispositivo llamado inversor convierte la corriente continua de una batería en corriente alterna que acciona el motor. Cuanto mayor sea la eficiencia de conversión, mayor será el alcance del vehículo cuando la batería esté completamente cargada. Finalmente, el motor convierte la energía eléctrica en energía mecánica y sus fuerzas atractivas y repulsivas producen movimientos de rotación.
Los autos eléctricos deben cargarse a través de un enchufe para obtener energía móvil, por períodos que generalmente superan las 8 horas en sistemas de carga de corriente alterna (CA), de acuerdo al modelo y la batería. Aunque hay estaciones de carga de corriente continua (CC), que permiten que la carga total se realice en apenas una hora, pero el problema radica en que son centros de abastecimientos escasos y costosos. Por eso es importante que se implementen soluciones que recorran el mismo camino impulsado por la electromovilidad. La buena noticia es que se estima que el tiempo de carga requerido para vehículos eléctricos pronto se reducirá a 20 minutos o incluso menos.
Hoy la electromovilidad se utiliza en las ciudades mucho más que en las zonas rurales, y particularmente en Chile, que se posiciona como uno de los lideres del en Latinoamérica, hay empresas que están dando pasos muy importantes en la materia.
En E-Mov, queremos ayudar las empresas en reducir su huella ambiental a través de este tipo de transporte. Nuestro objetivo es lograr cero emisión en los traslados corporativos de tu compañía gracias a nuestra flota de vehículos eléctricos, incluyendo por ahora autos, y próximamente otros tipos como ebikes, vespa, mini van … Ofrecemos varios propuestas y servicios para acompañar de forma personalizada nuestros clientes según sus necesidades.
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